Hola!!
hace días quería hacer una recetilla utilizando un trocito de queso cabrales que me habían traído mis padres de Asturias. Estuvieron pasando unos diitas de vacaciones y cómo saben que en casa nos gustan tanto los quesos, nos trajeron varios para probar y poder disfrutar de ellos.
La verdad es que a mí particularmente no me gustan los quesos tan, tan fuertes.. Pero cuando los cocino en alguna receta, sí que me gusta el resultado y el sabor que les aportan, así que me decidí a guisar unos solomillos que tenía con él.
El resultado fue buenísimo!! y ya estoy deseando repetir la recetilla otro día, aprovechando que aún nos queda más cabrales!! jijijiji... :)
Ingredientes:
- 1 solomillo de cerdo
- 400ml de nata para cocinar
- 1 trozo de cabrales
- sal
- pimienta negra molida
- aceite de oliva
En una sartén con aceite bien caliente, doraremos nuestro solomillo, dándole vueltas para que coja color por todos sus lados. Después bajaremos el fuego y lo dejaremos unos minutitos más para que por dentro coja el punto adecuado. Ya que nos tendrá que quedar con un color rosadito.
Salpimentamos y reservamos.
En una sartén o cazo, pondremos nuestra nata a calentar y cuando la tengamos calentita, le añadiremos el queso a trocitos. Removeremos bien para que poco a poco se vaya integrando y forme una cremita espesa.
La sal se la añadiremos a nuestro gusto. Pero primero os aconsejo que probéis la salsa, ya que como el queso es fuertecito de sabor, no le hará falta nada más que una pizquita o incluso ni eso, según vuestro gusto.
Y ya para terminar...
cortaremos nuestro solomillo en filetes y le añadimos la salsita por encima.
Un plato sencillito de preparar, pero que sin duda merece la pena. ;)
Espero que os haya gustado!
Besitos ^_^
Fuente: Directo al paladar
No hay comentarios:
Publicar un comentario