Panadons

Buenos días!!
esta mañana me he liado ha hacer esta recetilla tan típica de aquí, de Catalunya. En casa nos gustan muchísimo los panadons y ya hacía tiempo que tenía ganas de hacerla para probar a ver si se me daban bien y así poderlos disfrutar a partir de ahora caseros. Y la verdad.. es que creo que siiiiiií.. ¡¡que lo he conseguido!! Al meterlos en el horno, ya olía toda la casa a ese olorcito tan particular que tienen y después... no he podido resistirme a hacer la cata, jajaja.. ¡¡Están muy buenos!! la textura de la masa, el relleno... uuuummm. :)
Os dejo aquí la recetilla para que los probeis de hacer en casa y ya me contareis!!

Ingredientes:
(para la masa):
- 1 huevo
- 1 tacita de aceite (de café)
- 1 y 1/2 tacita de leche
- una pizca de sal
- 1 cucharadita de levadura Royal
- harina (la que os admita, hasta que veais que la masa no se os engancha en los dedos)

(para el relleno):
- 1kg y 1/2 de espinacas
- 150g de pasas
- 4 o 5 dientes de ajo (yo le puse un par más)
- unos poquitos de piñones

Primero, se preparan las espinacas. Las tenemos que lavar bien y cortarlas a trocitos para meterlas en la sartén. Las cocemos un poquitín hasta que reduzcan su volúmen y después las escurrimos bien, incluso estrujándolas con las manos, para que nos quede la mínima agua posible en ellas.
Las volvemos a poner en la sartén pero con unas cucharaditas de aceite y los ajos picaditos. Las rehogamos un poquitín y le añadimos las pasas y los piñones. Dos o tres vueltecitas más y apagamos el fuego.

Ahora, nos liaremos con la masa.
Se trata de poner los ingredientes en un bol y mezclarlos. La harina la teneis que ir poniendo poco a poco hasta que veais que la masa ya no se queda enganchada en los dedos. La cantidad no os la puedo decir bien, bien, porque depende de cada harina, admite más o menos, así que eso mejor que vosotros lo vayais viendo. ;)

Una vez tengamos nuestra bola de masa, vamos cogiendo trocitos de ella y la estiramos bien con el rodillo. Estirar bien la masa, que yo creo que el secreto del panadon está en que tenga la masa finiiiiiita, finita, para que así no nos canse tanto a la hora de comerlos.

Bueno, una vez la tenemos estirada, cogemos un poquito del preparado de espinacas y los rellenamos. Cerramos como si fueran empanadillas y los metemos en el horno precalentado a 180º durante unos 20 minutillos o hasta que veais vosotros que están doraditos.
Después, los ponemos encima de una rejilla y les rociamos un poquitín de aceite por encima.





Los dejamos enfriar y ¡¡listos para comer!!